Alguien hace poco me hizo recordar lo que en un momento de mi vida hace muchos años fue parte de mi filosofía fotográfica incluso aplicada a la vida:
de lo ordinario, nace algo extraordinario.
Hoy, la idea revoluciona y puedo notar que eso llamado "ordinario" es (mejor dicho) común y por ello no se mira conscientemente, por ende cuando la escena es capturada y se separa de su medio original se logra un análisis y la magnificencia aparece, creamos una realidad "más real", damos al espectador nuestro ojo para que se sorprenda con aquello que no es "relevante" ante su vista, cansada de ver desde el mismo ángulo.
El hecho de que sean situaciones/objetos que no son desconocidos para quien observa logra una identificación e incluso improvisa un lazo afectivo, entonces el recuerdo es actualizado con lo que en ése momento se ve.
Sin tanto mareo, somos creadores de recuerdos, algunos quizá inexistentes, que solo fueron sueños, el deseo y la trama de una historieta personal...gracias a dios muchos se identifican con todo lo anterior, y el gusto por la imagen que tomamos es creado!
El hecho de que sean situaciones/objetos que no son desconocidos para quien observa logra una identificación e incluso improvisa un lazo afectivo, entonces el recuerdo es actualizado con lo que en ése momento se ve.
Sin tanto mareo, somos creadores de recuerdos, algunos quizá inexistentes, que solo fueron sueños, el deseo y la trama de una historieta personal...gracias a dios muchos se identifican con todo lo anterior, y el gusto por la imagen que tomamos es creado!
0 comentarios:
Publicar un comentario